Todxs tenemxs Pulpa: lo corpóreamente jugoso, ambicioso y apetente; la carne mojada, inflamada y palpitante. Es deseosa y expansiva. Suena a vulva, pero no necesariamente hay que referirse a lo obvio: la pulpa trasciende lo meramente genital y se atañe a corporalidades disidentes e insurrectas. Suena a culpa, y efectivamente se declara culpable: por prender fuego la moral que la oprime, y querer que en ese sofoco ardiente, lo último que se escuche antes del asfixie sea un gemido orgásmico.

Pulpa juguetería no es solo un emprendimiento comercial, también es fuertemente político. Nuestra línea de pensamiento se funda bajo los siguientes principios: 

- La autogestión del placer, la toma de riendas de la expresión libre de nuestra sexualidad.- La siembra de un germen revolucionario sexo-feminista a a partir de la masturbación.

- El reaprendizaje del cuidado propio, una reeducación y ejercicio de las prácticas sexoafetivas.

- La creación de nuevas formas y subjetividades del deseo, en contrapartida al que se impone cotidianamente en la cultura de masas: un deseo marcado por la mirada cis-hetero-blanca-patriarcal, que otorga un carácter tibio, tímido, femenino, pasivo y tabú a aquellos cuerpos leídos como 'mujer'. Este régimen fascista del deseo es somatizado a partir de una repetición performativa, limitando y moldeando nuestra visión sobre la sexualidad. Tenemos en nuestras manos, en nuestra pulpa, el deber de la deconstrucción.